lunes, 20 de mayo de 2013

La Teoría Gnóstica de la Intrusión Alienígena.



Desde la explosión del fenómeno ET/OVNI en 1947, la especulación acerca de la intrusión alienígena en el planeta Tierra ha ido en aumento. Media docena de teorías dominaron el debate, pero hay una que todavía está por examinar. No emergió después de 1947 sino aproximadamente 1600 años antes. Para ser precisos, la evidencia de esta teoría vino a la luz mediante un descubrimiento en Egipto, en diciembre de 1945, pero la trascendencia del hallazgo no se produjo hasta ¿imaginan cuando?, 1947.

En ese año, el experto francés Jean Doresse identificó el hallazgo egipcio en Nag Hammadi como un “alijo” de raros textos gnósticos. “Gnosticismo” es la etiqueta que los eruditos usan para un cuerpo de enseñanzas derivadas de las escuelas mistéricas de la antigüedad precristiana. Los gnósticos, que protestaban contra doctrinas cristianas como el castigo divino o la resurrección de Cristo se encontraron ellos mismos señalados como heréticos y fueron brutalmente suprimidos por los primeros conversos a la “única fe verdadera”.

Gnosis (conocimiento interior) era un sendero de misticismo experimental en el que los iniciados en las escuelas mistéricas exploraban la psique y el cosmos en general. Usando plantas psicoactivas, yoga y sexo mágico, esos antiguos visionarios experimentaron estados alterados y desarrollaron siddhis, habilidades ocultas tales como la clariaudiencia y visión remota. La gnosis era una especie de ciencia noética yóguica mezclada con parapsicología. En la percepción aumentada, los gnósticos desarrollaron una visión cosmológica centrada en una deidad femenina, la Divina Sofía. El mito de creación gnóstico es único en tanto que incluye una completa explicación de como seres alienígenas inorgánicos se presentaron en nuestro sistema solar.

El material de Nag Hammadi contiene informes de experiencias visionarias de los iniciados, incluyendo encuentros de primera mano con seres inorgánicos llamados Arcontes. La enseñanza gnóstica explica que esas entidades aparecieron en la primera etapa de la formación del sistema solar, antes de que se formara la Tierra. Los arcontes habitan el sistema solar, el reino extraterrestre como tal, pero pueden entrometerse en la Tierra. De forma interesante, esta visión gnóstica coincide mucho con la de Jacques Vallée, que mantiene que los ET/cyborgs probablemente pertenecen a un reino planetario local. Vallée también propone que el enigma ET/OVNI es un “sistema de control espiritual”, un fenómeno que “se comporta como un proceso de condicionamiento”. (Messenger of Deception) Esto es exactamente lo que los gnósticos dicen acerca de los arcontes: ellos pueden afectar nuestras mentes mediante técnicas subliminales de condicionamiento. Sus tácticas principales son errores mentales (virus intelectuales, o falsas ideologías, especialmente doctrinas religiosas) y simulación. Los arcontes son predadores, distintos de un amplio rango de no-humanos y seres de otras dimensiones también conocidos por los gnósticos, seres que son benevolentes o neutrales hacia la humanidad.

Descripciones físicas de los arcontes aparecen en varios códices gnósticos. Dos tipos son claramente identificados: un tipo embrionario o neonato, y un tipo reptiliano o dracónico. Obviamente, esas descripciones concuerdan con los grises y reptilianos de los informes contemporáneos de extraterrestres.

Escarbando en los materiales gnósticos, impacta mucho descubrir que antiguos visionarios detectaron e investigaron el problema de la intrusión alienígena durante el siglo primero, y posiblemente antes.(Los Misterios datan de muchos siglos antes de la era cristiana.) Lo que es asombroso acerca de la teoría gnóstica de los arcontes es no sólo el panorama cosmológico (explicando el origen de esas entidades y la razón para su intromisión con la humanidad), sino la información específica sobre el “modus operandi” alienígena, describiendo como ellos operan y que quieren de nosotros. Los gnósticos enseñaron que esas entidades nos enviaron y plantaron nuestro temor. Sobre todo, ellos intentan alejarnos del desarrollo de “nuestra luz interior”, el regalo de la inteligencia divina. Aunque yo no diría que las enseñanzas gnósticas sobre los arcontes, o lo que permanezca de tales enseñanzas, tienen todas las respuestas sobre el enigma ET/OVNI, una cosa está clara: presentan un coherente e integral análisis de la intrusión alienígena, así como prácticas específicas para resistirla. Son de lejos más sofisticadas y completas que cualquier teoría en discusión al día de hoy.

John Lash
En resumen, los antiguos visionarios de los Misterios en Europa y Oriente habrían conseguido hace 2000 años lo que muchos de nosotros hemos estado intentando desde 1947: comprender quiénes son los extraterrestres, de dónde provienen, como se relacionan con nosotros, y lo que es mucho más importante para nosotros, como deberíamos relacionarnos con ellos.


Hasta lo que yo se, aparte de mi sólo un autor del tema ET/OVNI ha identificado directamente a los arcontes gnósticos con los modernos extraterrestres. Se trata de Nigel Kerner, cuyo libro, La Canción de los Grises, es un extraño, singular y poca conocida contribución al debate. Kerner cita los textos de Nag Hammadi de pasada y no explica detalladamente las enseñanzas gnósticas sobre los arcontes. Construye un buen argumento para la interferencia alienígena con el genoma humano, pero esta afirmación no se opone al análisis gnóstico. Los textos gnósticos utilizan el lenguaje mitológico para describir sucesos actuales en la prehistoria así como la evolución a largo plazo en la psique humana. De acuerdo con los antiguos visionarios, los arcontes no pueden acceder a nuestra historia genética, pero pueden falsificar una intervención. Considerando la confusión de la humanidad en los tiempos modernos, una falsa intervención sería tan buena como real. Esto es representativo de la táctica de los arcontes de hacernos imaginar y creer cosas que no son verdad, y aceptar una simulación por la realidad. De esta manera, los gnósticos enseñaron que esos primos alienígenas pueden desviar a los humanos de su verdadero y genuino curso evolutivo.

El único énfasis de la Divina Sofía es el altamente inspirador mensaje de la Gnosis. Los antiguos visionarios enseñaron que, a través de un especial vínculo con la Diosa, nuestras especies pueden vencer a los arcontes y asegurar un futuro humano, y humanitario, para la Tierra.

FUENTE: John Lash

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