jueves, 15 de noviembre de 2012

El martillo de Kingoodie.



Sir David Brewster encontró el martillo incrustado en un bloque de piedra del cretáceo en la era mesozoica,en 1844 en Kingoodie Quarry, Escocia. 141 años después en el año 1985, el Dr. A. W. Medd del British Geological Survey sostuvo que la piedra en la que se halló el martillo era antiquísima arenisca roja (Devónico, entre 360 y 408 millones de años).
Si esta datación fuese correcta, la situaría cientos de millones de años (entre 356 y 404 millones antes de la aparición del Hombre en la Tierra. Por esta razón, se considera al martillo de Kingoodie un «Artefacto fuera de su tiempo».


Buscando una explicación ,la más fácil sería decir que hubo un error en la datación hecha por el carbono 14 o que hubo una mala interpretación de los datos arrojados. Sin embargo, se le repitieron las pruebas con los mismos resultados.
Lo cierto es que si el hallazgo no es refutable, había actividad minera humana en la época de los dinosaurios., o siendo sarcásticos a algún viajero del tiempo se le ocurrió jugarnos una broma pesada.
En contra de la antigüedad del objeto esta el hecho de que los artefactos metálicos fabricados con hierro se oxidan con el contacto del aire, incluso enterrados, en un periodo geológicamente breve. Los artilugios metálicos que se encuentran en las excavaciones arqueológicas no conservan el aspecto primitivo, sino que suelen estar en la mayoría de los casos, cubiertas de una capa de orín rojo, que deja mancha en la tierra que lo envuelve. Queda por demostrar la razón por la que el martillo no se ha oxidado en 400 millones de años.
El martillo de Kingoodie está fabricado en hierro, está oxidado, pero la pesada piedra que lo rodea ha conservado su perfil delicado. El problema es que el feldespato se estima que es 20 millones de años más viejo que la aparición del hombre, esta prueba inquietante la  enviaron a una academia en San Francisco, donde la ciencia lo olvidó.

Archer 012

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